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¿Cuáles son los métodos más habituales de limpieza industrial?

Existen diversas metodologías para realización de limpiezas industriales, aunque generalmente, el proceso de limpieza englobará más de una de ellas, siendo lo más habitual el empleo de sistemas de agua a presión combinado con sistemas de aspiración e impulsión.

Los métodos de limpieza industrial más comunes se exponen a continuación:

Limpieza con agua a presión / limpieza hidrodinámica

La forma de proceder al emplear agua a presión en la limpieza de instalaciones industriales con­siste en proyectar/impulsar un potente chorro de agua contra superficies, maquinaria o elementos auxiliares pertenecientes al proceso productivo.

La combinación adecuada de la presión y el cau­dal de las diferentes bombas y la utilización de los accesorios apropiados hacen posible la gran ver­satilidad de aplicaciones en la industria actual.

Limpieza con sistemas de aspiración e impulsión

Consiste en el empleo de sistemas de aspiración e impulsión, a fin de retirar los residuos presentes en los distintos elementos que componen las instala­ciones industriales.

Pueden dividirse en sistemas vía seca o vía húme­da en función de la necesidad de simultanearlos o no con el apoyo de equipos de aporte de agua a presión.

Limpiezas criogénicas

Esta técnica de limpieza industrial consiste en el chorreado mediante proyección de partículas de hielo seco (CO2) a alta velocidad y muy baja temperatura. Esto provoca un choque térmico que contrae y fractura el revestimiento (residuo, pintura…) que es arrancado por las sucesivas partículas que a continuación llegan e impactan en él.

Se emplea para limpiar elementos con superficies irregulares o poco accesibles logrando minimizar la generación de residuos, ya que, al sublimar en el aire, el hielo seco no se añade al propio residuo existente en la superficie a limpiar con lo que la cantidad neta sigue siendo la misma que existía antes de realizar la intervención.

También se utiliza esta técnica cuando el uso del agua es perjudicial, como por ejemplo para limpiar instalaciones de cables, dispositivos o cuadros eléctricos.

Sus aplicaciones más habituales son la limpieza de maquinaria y moldes de fabricación en la indus­tria alimentaria, del automóvil, fabricación de neumáticos, artes gráficas, siderurgia y vidrio, y la lim­pieza de cuadros eléctricos; siendo también muy empleada en la industria farmacéutica en general.

Además, esta técnica resulta muy efectiva para la limpieza de daños producidos por el fuego: hollines en edificios.

Este tipo de limpieza añade la ventaja de que en muchas ocasiones no es necesario la parada de las máquinas de producción y es posible realizar la operación con los equipos en funcionamiento.

Limpiezas químicas

Las limpiezas industriales realizadas con quími­cos (limpiezas químicas) consisten básicamen­te en la aplicación del producto químico elegido para el proceso, sobre la superficie a limpiar, previamente preparada. Después se enjuaga la zona y se deben gestionar correctamente los re­siduos generados.

Existen distintas formas en que se puede proceder para la realización de limpiezas industriales con químicos, principalmente circulación, inmersión y proyección o aplicación superficial; así como diver­sos productos que pueden emplearse, como, por ejemplo, detergentes, disolventes y tensioactivos, desinfectantes y biocidas, decapantes, pasivantes e inhibidores de la corrosión o inertizantes, quelan­tes y secuestrantes.

Limpieza con vapor seco

Esta técnica consiste en aplicar un vapor, que sólo contiene un 5% de agua, sobre la zona que necesita una higienización. Desinfecta y limpia en profundidad y de forma ecológica, ya que no es necesario utilizar ningún químico adicional. El propio vapor desaparece sólo, por lo que apenas deja residuos.

Es fundamental que los profesionales que realicen esta tarea lleven puestos los equipos de protec­ción necesarios ya que el vapor seco alcanza grandes temperaturas.

Limpieza con chorro de agua y arena

Consiste en proyectar un chorro de agua a alta presión junto con arena, evitando así la genera­ción de polvo.

Se utiliza sobre todo para la limpieza de fachadas y del interior de tanques de residuos densos. Su utilización en superficies metálicas previamente a la aplicación de pinturas favorece la adherencia de estas al generar rugosidad en los paramentos.

Limpieza con chorro de arena

Consiste en proyectar un chorro de arena sobre la superficie a limpiar.

Actualmente en limpieza industrial se encuentra prácticamente en desuso por razones medioam­bientales, ya que se crea una nube de polvo du­rante su utilización y se generan grandes resi­duos que posteriormente hay que gestionar.

No obstante, para aplicaciones puntuales sí que sigue teniendo su utilidad, aunque no empleando arena de sílice, sino otros tipos de abrasivos.

Limpieza manual

Se trata del método de limpieza industrial más básico. Es una limpieza común y cotidiana que puede llevarse a cabo en cualquier instalación y se realiza con cepillos, rasquetas, fregonas, es­tropajos y trapos.

Suele aplicarse esta técnica en la limpieza de baños, pequeños trozos de suelo u oficinas. A veces también se emplea para limpiar maquinaria muy grande y pesada que no es posible desmontar para higienizar por piezas.

En las grandes industrias también es de aplicación en los exteriores de las plantas y en zonas de difícil acceso para la maquinaria.

 

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