Aunque en los dos apartados anteriores y sus correspondientes subapartados se han explicado se forma separada los sistemas de agua a presión, los sistemas de aspiración e impulsión y los sistemas de limpieza con productos químicos, la realidad es que, en limpieza industrial, se suelen emplear de forma conjunta.
Generalmente, antes de la limpieza con agua a presión se procede a realizar un aspirado con sistemas de aspiración e impulsión. Y resulta también muy habitual que, tras emplear el agua a presión se vuelva a realizar un aspirado, por vía húmeda, con los sistemas de aspiración e impulsión, para retirar los residuos mezclados con agua generados durante la limpieza.
Es también muy habitual combinar el agua a presión con aditivos químicos, por ejemplo, en las limpiezas con agua a presión sobre piezas de acero al carbono sin proteger, es recomendable utilizar inhibidores de corrosión en el agua.
Que a su vez debe estar combinado con sistemas de aspiración para evitar verter productos químicos sin el control adecuado.
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