Preparación de superficies

Existe una serie de diversos factores que obligan con frecuencia a sanear y reparar todo tipo de superficies:

  • El deterioro de los recubrimientos
  • El cambio de uso 
  • Las afecciones causadas por agentes externos

Estas superficies pueden estar, por citar algunos ejemplos:

  • En puentes metálicos
  • A cientos de metros de altura
  • En espacios subterráneos confinados
  • En paramentos combinados de varios materiales (metálicos y pétreos).

En todos estos casos, si es necesario actuar sobre la superficie, por ejemplo, para retirar una capa de óxido o un recubrimiento deteriorado, es aconsejable usar agua a alta presión para limpiar o decapar el grosor necesario.

Y es que la vida de cualquier recubrimiento dependerá del cuidado que se tenga en la preparación de la superficie, donde la aplicación de una adecuada preparación alargará la vida del recubrimiento aplicado.

 

La técnica más utilizada en esta aplicación es la denominada hidrolimpieza.
A nivel de normativa, los principales estándares de este tipo de aplicación del agua a presión son:

  • WJ-1, WJ-2, WJ-3 y WJ-4: que comparten el National Association of Corrosion Engineers y Steel Structures Painting Council (Normas Americanas)
  • BS 4232: Brithish Standards Institution (Norma Británica)
  • SIS 055900: Swedish Standards Institution (Norma Sueca)

 

Como el resto de las técnicas de agua a presión, la hidrolimpieza depende enteramente de la presión y caudal del agua que golpea una superficie, y el tiempo de incidencia, para lograr su limpieza. En su aplicación, no es necesario el uso de abrasivos, por lo que no hay espacio para los problemas que pueden causar la contaminación por polvo y por la eliminación de los abrasivos empleados.

 

Por ello, y sin ningún género de dudas, la técnica de la hidrolimpieza se está convirtiendo en el método del futuro, la cual, apoyada en la labor de las empresas especializadas en ella, se convertirá en la solución más apropiada en los próximos años. En resumen, el agua a presión, aplicada correctamente, permitirá dejar lista la superficie para un nuevo recubrimiento, o simplemente para recuperar su imagen original.