¿Qué es la hidrodemolición?
Esta técnica se utiliza para la extracción selectiva y demolición del hormigón mediante el uso de agua a alta presión sin dañar la estructura preexistente. Permite retirar partes de hormigón en mal estado, realizar rebajes regulares en una superficie o dejar una armadura limpia de óxido,incluso por detrás de las barras de armado, todo ello para dejar el elemento listo para las operaciones de reparación que sean convenientes.
Para ello, se suelen utilizar equipos automatizados o robotizados que retiran el material que se desee, todo ello dirigido por un operario en remoto. Esto también significa que serán necesarias muy pocas personas y por lo tanto, habrá menos exposición a posibles accidentes. Una vez empiezan los trabajos, el robot lanza el agua con la velocidad y dirección asignada mediante una bomba de alta presión. Cuando la presión que ejerce el agua en el interior de los poros supera la resistencia a tracción interna del hormigón, éste se va desprendiendo sin causar daños a la estructura.
Como se mencionaba antes, esta técnica permite realizar extracciones selectivas, con el objetivo de crear una superficie rugosa en el hormigón para asegurar una unión correcta entre el hormigón preexistente y la nueva capa de hormigón, todo ello sin utilizar métodos de percusión que puedan dañar la estructura.
Todos los residuos que se generan de estos trabajos se pueden gestionar mediante equipos que limpian el agua utilizada y ajustan el nivel de pH para poder transportarla al sistema de alcantarillado.
Un aspecto a tener en cuenta en relación con este método de trabajo es que será necesaria una cantidad de agua variable dependiendo de los requerimientos del trabajo y, por consiguiente, debe disponerse de los recursos suficientes para que las bombas de agua a presión puedan suministrar el caudal necesario, aunque hoy en día existen sistemas de reciclaje de agua que permiten que esta demanda se reduzca.
Debemos tener en cuenta que existe la hidrodemolición manual y robotizada. Los más habituales son los sistemas robotizados, dado que su rendimiento es mucho mayor por ser más eficientes en cuanto a recursos, tiempo de trabajo invertido y potencial reducido de accidentes.
Podemos diferenciar dos técnicas de aplicación distintas según los requerimientos que se exijan:
- Aplicaciones en detalle: en este caso, se suelen utilizar métodos manuales, en los que el chorro de agua no supera nunca los 250 N de empuje para reducir el peligro. Se suele utilizar para casos en que la maquinaria automatizada no puede acceder o se requiere una mayor precisión, aunque siempre serán preferibles las aplicaciones mediante maquinaria por su seguridad y mayor rendimiento, ya que en este caso oscilan alrededor de los 0,6m3/día.
- Aplicaciones en grandes volúmenes: se suele utilizar maquinaria automatizada o semi automatizada, con presiones de 1000 bar y 240 L/minuto de caudal de agua. Su rendimiento ronda alrededor de los4 m3/día, aunque en algunos casos más favorables puede llegar a los 6-7 m3/día.
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