¿Cuáles son las técnicas de alta presión?

El agua ha sido un recurso utilizado a lo largo de la civilización. Su uso ha ido variando a lo largo de tiempo y, tanto es así que hoy en día puede llegar a ser una herramienta de trabajo muy potente. Entre sus posibles funciones, encontramos que el agua a presión puede realizar trabajos como el: saneamiento, corte, limpieza e incluso demolición.

Este bien se trabaja en todos los sectores y, para ello, existe una gran cantidad de herramientas, técnicas y accesorios que se utilizan de formas específicas para cada uso y dan particularidades a cada una de las funciones que se le da al agua a presión.

Tradicionalmente, el método de reparación del hormigón ha sido mediante martillos neumáticos. Después de utilizarse durante tiempo, se realizaron pruebas de puentes en los que se había utilizado y se detectaron grietas en algunas partes de la estructura que deberían permanecer intactas. Estas microfisuras supusieron en muchos casos que la unión entre el hormigón nuevo y antiguo no fuera suficientemente buena y se empezaran a buscar alternativas que evitaran estas patologías posteriores a las actuaciones de reparación.

Este fue el primer paso para que se desarrollara un nuevo proceso no destructivo, centrado en el agua a alta presión.

Generalmente, la tecnología de agua a alta presión, cuando entra en contacto con la estructura crea una sobrepresión debido a la permeabilidad del hormigón, que cuando ésta supera la resistencia a tracción del hormigón, elimina el hormigón dejando intacta la estructura metálica, que cuenta con una resistencia a tracción mucho mayor.

Con el objetivo de profundizar más en las posibilidades de esta tecnología, cabe destacar que existen distintos procesos en relación con la alta presión que proporcionan algunas diferencias a la definición genérica de su técnica de aplicación:

  • Hidrofresado: Esta tecnología se utiliza para la eliminación en profundidad controlada de partes del elemento a tratar mediante un proceso robótico, desplazando sobre la superficie un chorro de agua con una presión de entre 2000 y 3000 bar, que variará en función del acabado y la uniformidad que se le quiera dar al corte, manteniendo la estructura de acero.
  • Operaciones manuales: Son operaciones de eliminación no selectica mediante chorro de agua a través de una lanza manual en áreas que suelen no ser accesibles para un robot. Se trata de un método complementario al resto ya que, en el caso de poder escoger otro en el que se pueda no contar con un operario en el área de trabajo, se podrán hacer trabajos más rápidos y con menor posibilidad de generar accidentes a los agentes implicados físicamente. Para este método, hay que tener en cuenta que la fuerza de reacción máxima de 250N con 2000-3000 bar, para permitir su uso mediante lanza y con la fuerza que puede generar un operario.
  • Hidrodemolición: Esta técnica se explicará más detalladamente en el punto 4.5, aunque brevemente, se trata de un proceso en el que el chorro de agua se mueve por la superficie de forma constante con una presión baja, entre 1000 a 1600 bar. Esto significa que se puede eliminar el hormigón pobre y deteriorado y permanecerá tan sólo el hormigón sano.

 

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